A principios de marzo comienza el ajetreado ir y venir de camiones y
grúas con las piezas que componen el total de la falla y ya se comienza
a ver en gran parte el monumento, pero el inicio de las fiestas lo
marca el acto de la plantà. Esta tradición dentro del mundo fallero es
un trabajo en el que todos los integrantes de la comisión participan
ayudando en todo lo que pueden, para que en la noche del 15 al 16 quede
perfectamente plantada toda la falla y mostrar así a todos el fruto del
trabajo de artistas y falleros.
También es ya tradicional en nuestra falla el llamado sopar de la
plantà un acto el que, vestidos con nuestros mejores trajes, le damos la
bienvenida a las fallas en una cena tras la cual se entrega a los
falleros, por su labor durante el año, las recompensas de Junta Central
Fallera y las propias de nuestra comisión, els Pilars, de un valor
especial para los falleros. La cena concluye con unas palabras del
president animándonos a todos para la labor más importante que
realizamos durante el año, la de terminar de plantar la falla.
Dejando a un lado los trajes de gala y vestidos ahora con nuestro
traje de faena nos dirigimos todos a la plaza para ayudar al artista y
su equipo mientras dan los últimos retoques: acabar de colocar todos los
ninots o dar las últimas pinceladas y acicalar la plaza para que esté
perfecta cuando comience a llegar la gente a ver el monumento.
Acabada, ya de día, tan sólo nos queda reunirnos en el casal para
tomar un chocolate a la espera del jurado, dando por terminado el
trabajo de todo un año.
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