Con su segunda falla José Lafarga gustó a casi todos.
Un año más hemos tenido una falla estupenda, la segunda de José Lafarga, que sorprendió con una falla grande, bien pintada, alegre y de la que toda Valencia recordará el magnífico coche. No fue premiada seguramente como merecía a juzgar por todos los comentarios, pero no hay mucho más que comentar, siguiendo la cultura de falla que hemos aprendido.
Como siempre, pasamos a recoger todos los premios recibidos con el mayor respeto y orgullo, pero también con la esperanza de que el año que viene seamos capaces de mejorar y a ver si de una vez, tenemos algo más de "suerte".
Comentario aparte merece la plantà, de nuevo complicada y en la que tanto artista como comisión tuvimos que doblar el esfuerzo. Fue, como siempre, un lujo ver trabajar a más de 70 falleros durante toda la noche hasta dejar la falla plantada y en perfecto estado para la llegada del jurado.
Durante las fallas hemos tenido líos y discusiones, pero también mucho apoyo entre todos, comprensión y la paciencia que hace falta tener.
La ofrenda a la Virgen lució como cada año así como nuestra fallera mayor, Belén Verduch. La ya referida recogida de premios y tanto la misa como la ofrenda de San José en Escolapios de Carniceros, que quizás merecieron más participación, transcurrieron sin novedad.
Pero sí hubo sí una novedad nocturna: El privilegio de vivir y disfrutar el estreno mundial del mejor DJ, el único en la larga historia de la comisión que ha sido capaz de salir a hombros de la pista, aquel que se oculta tras la cortina, el archigigamegamacroespectacular, melomaníaco y ya legendario DJ Barberá!!!.
Ahora, tras la cremà, se abre un año de muchas incógnitas, pero también de nuevos retos y, más que nunca, de mantener y seguro superar toda la ilusión en seguir siendo la falla que representamos.
