La falla del Pilar 2010 toma ya forma y en el taller de Cullera se amontonan el corcho, la madera, alguna escena ya terminada y, sobre todo, ideas, muchas ideas.
Grandes volúmenes de corcho y algún detalle del modelado final del remate se mezclan con la escena en la que ahora se centra el artista, que este año se ha planteado terminar cada una de ellas por completo antes de iniciar la siguiente.
Aun así, todas las escenas de la falla están ya bastante decididas para que el público disfrute como nunca del ingenio y de la calidad de las mismas. Éstas nacen en mayor medida que en 2009 de la imaginación del artista, que cuenta para este punto con la más que cercana colaboración de Alejandro Santaeulalia, mientras que la guinda final al guión la pondrá Miguel Prim.
En cuanto al volumen de la falla, habrá “més que prou de falla” según el mismo artista, si bien será algo más ajustado que el pasado ejercicio, con el propósito de que el trabajo luzca aún más, sin dejar una sola pieza fuera del conjunto.
José Lafarga va contando con detalle lo que surge de su cabeza. Conceptos muy meditados sobre lo que para él es la falla de este año: realidad y caricatura, volúmenes pensados para que cada pieza tenga sentido en el conjunto final, el trato cuidado de cada escena como parte del todo que será el monumento y así hasta casi infinitos puntos vista sobre su segunda falla en la Plaza del Pilar.
Con la misma ilusión que el pasado ejercicio, pero con algunas lecciones mejor aprendidas, vuelve José Lafarga y todo su equipo, con la seguridad que da haber sido capaz de plantar una falla para la historia como fue la de 2009 y con la inquietud intacta por cumplir no sólo con los objetivos de la comisión, sino por demostrar a todos que es una fuente inagotable de ideas, trabajo y calidad.
A este paso, hay artista para rato.
